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domingo, 7 de octubre de 2012

Y el silencio calla

En la buhardilla, olvidada 
entre vaporosas faldas 
recargadas de volantes, 
castañuelas y peinetas, 
brazaletes tintineantes, 
enlutadas pañoletas, 
viejo calzado flamenco, 
la lacerada guitarra 
dialoga con el silencio: 

"Ya nadie de mí se acuerda 
ni pretende acariciarme 
ni gusta rasgar mis cuerdas 
ni tientos, bulerías y soleares 
de la garganta arrancarme", 
lamenta... y el silencio calla, 
mutis en las sombras hace; 
ocultos en la gaveta, 
de cante jondo repleta, 
los revoltosos roedores 
evitan importunarle, 
y se acallan los rumores 
de la voraz xilófaga 
corroyendo la cómoda, 
el alma de la madera.


© María José Rubiera

8 comentarios:

FIBO dijo...

Cuando las termitas se introducen en tu casa...más vale echar a correr, acaban con todo, a iguál que ese silencio que nos carcome el alma...un besote preciosa.

Anónimo dijo...

Hola María José.
Parece mentira
la inspiración donde puede hacer su nido,
conversación en silencio
entre esas cosas guardadas en el desvan del olvido.
Muy bonito, gracias.
Un abrazo.
Ambar.

Ricardo Miñana dijo...

Hola Maria José hermoso poema, un placer.
que tengas una buena semana.
recibe un saludo.

Tatiana Aguilera dijo...

Y la madera acalla sus sonidos, y reserva notas en el silencio que presagia el canto de las verdades...
Un abrazo.

jose maria criado lesmes dijo...

Original poesía, amia Maria jose; perdona que una temporada no acuda a vuestros blogs amigos, debido a un alejamiento impuesto de la red.
Besos

Carmen Silza dijo...

Muy buena esta poesía Mari Jose,¿ cuantos recuerdos en las maderas que todo lo absorben?, "oyen, ven y callan"...Un beso de buenas noches, amiga.

MarianGardi dijo...

¡¡Qué ingenio!!
La guitarra es como la mujer que si no se toca se oxida y atrofia.
Me ha gustado este poema a la guitarra.
Un abrazo mi querida amiga alma

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

La guitarra en el armario , todavía está empolvada , no la toco para nada ni hago sus cuerdas vibrar.
Tus bulerías , tus soleares, tus encantos fundidos con la guitarra.
Besos.
Me gusta tu casa y ¡¡VOLVERÉ!!!