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martes, 8 de marzo de 2011

Fragancia

En el albor de la noche,
con la luna por testigo,
al amparo de los luceros,
recorriste mis veredas
y las sembraste de besos.

Rosas rojas florecieron
con el rutilar del alba:
arrebol hecho fragancia,
cautivadora sustancia
que el clarecer aromaba.

Cada pétalo exhalaba
miríadas de sensaciones:
mimos, caricias..., pasiones;
éxtasis, sensualidad
de la diosa enamorada.

© María José Rubiera

7 comentarios:

Nortiz dijo...

Todo hermosura querida María :) (Por cierto, al tener un nombre compuesto... ¿cómo prefieres que te llame? ¿María José, con todo el nombre? Dudas que surgen de repente jaja).
"Recorriste mis veredas y las sembraste de besos". Me encanta :)
Cómo se nota la llegada de la primavera jeje.
Un beso

Gabriel Cordears dijo...

La pasión en el amor hace de cada detalle algo inolvidable.
Un beso

María José Rubiera Álvarez dijo...

Gracias, igual te deseo, querida hermana! Besinos, guapísima.

María José Rubiera Álvarez dijo...

Gracias, Natalia. Me es muy grata tu visita, y ni que decir tiene, los comentarios que me haces.
Ah..., Puedes llamarme como mejor prefieras. Besos, amiga.

María José Rubiera Álvarez dijo...

Cierto, Gabriel: La pasión amorosa logra hacernos inolvidable hasta el más mínimo detalle. Por más años que pasen, esos recuerdos seguirán alojados en la memoria, haciéndonos sentir vivos.
Gracias por la visita y los comentarios. Besos, poeta.

Tierra de Poetas dijo...

La piel ,la piel que tiene fragancia y...memoria.

Un abrazo

elvencejodemieresduerme dijo...

Hola cariño!!!

¡Qué bonito,como todo lo que sale de tu pluma llena de inspiración!

Un besín.

Carmen