Había construido su vida sin él,
limitándose, simplemente, a vivir.
Perdón: "vivir"..., no;
he equivocado el término.
No debía haber dicho vivir, sino morir;
porque hasta conocerlo, permaneció muriendo.
Habría imaginado su vida sin él;
porque le era ajeno su diario transcurrir,
porque desconocía su existencia,
porque ignoraba que fuese un alma más
pululando por el planeta.
Ahora, él se muestra ante ella
y le pregunta: ¿"Por qué no..."?
Ella no sabe qué responderle;
porque se le turba la voz,
porque se le atraganta la respuesta...
© María José Rubiera
limitándose, simplemente, a vivir.
Perdón: "vivir"..., no;
he equivocado el término.
No debía haber dicho vivir, sino morir;
porque hasta conocerlo, permaneció muriendo.
Habría imaginado su vida sin él;
porque le era ajeno su diario transcurrir,
porque desconocía su existencia,
porque ignoraba que fuese un alma más
pululando por el planeta.
Ahora, él se muestra ante ella
y le pregunta: ¿"Por qué no..."?
Ella no sabe qué responderle;
porque se le turba la voz,
porque se le atraganta la respuesta...
© María José Rubiera
3 comentarios:
Hola, está lindo tu blog.
Y lo que leo me gusta.
Un abrazo y gracias por llegar a mi tierra de paisajes y letras
Gracias, Marian... Seas bien venida a mi blog. Un abrazo, amiga.
"Porque hasta conocerlo, permaneció muriendo"
Qué curioso y qué bello :) Es una forma de verlo pudiendo ser muy real.
No sé por qué no me avisa en mi lista de blogs de tus actualizaciones y no me entero T.T
Publicar un comentario