Que el mutismo no establezca
una línea divisoria
entre mi oído y tu boca.
No silencies la palabra
si de amarme te cansaras,
dímelo sin demora,
mejor hoy que mañana;
cuanto antes visite el infierno,
primero querré ver el cielo.
ligero se aprende a flotar,
a hollar superficie firme,
sortear cristales rotos,
guarecerse de aguaceros,
petrificar emociones,
embalsamar sentimientos…
El amor es panacea falible:
tiene fecha de caducidad.
La oscuridad no es celeste,
es serpiente submarina,
hidra de siete cabezas
que se trasciende terrestre.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
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