Aún guardo en mi almario
el anillo imaginario,
cincelado con brisa marina,
con caracolas labrado,
que diseñaste en mi anular
bajo la láctea faz del satélite.
Todavía lo guardo,
por ser testigo imparcial,
prueba fehaciente
de habernos amado
más allá de lo debido,
irrefutable fedatario
del compromiso
rubricado por ambos.
Si bien al día de hoy,
desde mi actual perspectiva,
me resulta flujo pasado,
lo guardaré mientras viva
ya que de alguna manera,
por mí incomprendida,
hace que pernoctes
en mi vida anímica,
que sigamos delirando,
amándonos, extraviándonos,
tú... en mis labios,
yo... en tus labios.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
8 comentarios:
Amiga Maria Jose, me pregunto la causa de la ausencia, porque sin duda, segun el caso, se impone el recuerdo o el olvido.
Besos
Cuantas cosas se guardan en el almario!...recuerdos , anillos, de todo un poco,hay recuerdos que dejan huella, precioso el poema María José. Bss de buenas noches, y que tengas una linda semana, cuídate.
El almario debe tener la capacidad suficiente para almacenar mientras vivamos
Preciso
Abrazo
Me encanto la dulzura de tus versos.
Hay algo mas que recuerdo en ese anillo.
Cariños....
Que sentimental y romántica eres. en este poema te muestras así. Quizá solamente deberíamos guardar lo que no nos duela.
Besos.
Otro excelente poema de amor, como son de tu estilo querida amiga.
Ya me voy poniendo al dia.
Un abrazo y cariños
Tienes una habilidad para escribir que gusta mucho................... dulzura, amor, romanticismo,cariño,serenidad, siempre presentes en cada poema.
Un abrazo
Isabel
Preciosos recuerdos de un anillo imaginario, tiempos que pasan pero el recuerdo queda vivo.
Un abrazo.
Ambar.
Publicar un comentario