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miércoles, 30 de enero de 2013

A saber...

A saber...
cuántos ortos
habrán de florecer
en el horizonte,
cuántos ocasos
deberán sucumbir
en favor de la noche,
cuántas lunas
convendrán en desterrar
la lúgubre oscuridad.
 
A saber...
cuántas vidas
habrás de consumir,
cuántas veces
tendrás que morir,
y nacer de nuevo,
cuántas... hasta concluir
que es en su cauce sereno
donde hallarás sosiego,
que sólo en su hialino venero
aplacarás la sed
y sumirás tus miedos.
Que dormitarás en calma,
en tanto ella apetece
roturar la coraza
que oprime tu pecho,
tu atavío rojo grana,
el barniz funesto
con que has lacado
tu azorada alma.
 
A saber...


© María José Rubiera


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso María José, Precioso.
A saber, ya me gustaría, cuantas veces, venir y volver, hasta llegar al principio, ese cauce sereno de calma, donde se consigue sosiego y Paz por un instante, para volver de nuevo, así es la cadena de la vida, un constante rodar.
Un abrazo.
Ambar

SOL da Esteva dijo...

" A Saber... " que o Amor não tem limites; que a Vida se limita no tempo; que o que nos pertence, na Alma, é exclusivo.
" A Saber... "
Amei.



Beijo



SOL