Deja que mis labios besen
tus ardorosas mejillas,
que en tu patricia frente
repose mi mano tibia.
Déjame atenuar la fiebre
que te apaga y debilita.
Me abruma saberte enfermo,
insufrible me es verte
librar lid con los celos,
desafiarlos a duelo,
con ellos batirte a muerte...,
rendirte ante sus deseos.
No permitas que te venzan,
hurga dentro de tu cerebro
y doquiera los encuentres,
arrásales las defensas,
de tu voluntad hazlos reos,
condénalos a cadena perpetua.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
6 comentarios:
Algunos se merecen ser condenados.Un beso de buenas noches María Jose.
Estan llenos de fuerza tus versos, amiga María Jose.
Besos
María José, muy bueno....."esos celos que enferman...".
Buenas noches, un fuerte abrazo.
Leonor
Nunca he entendido los celos...pero bién cierto que quien los padece está bien enfermo, y no se curan con una simple pastillita.
Me ha gustado.
Un besote.
Con todo cariño los juzgo maravillosos y llenos a la esperanza
besosssssssssssssssssss
preciosa
Marina
Muy buen consejo hermosa.
Muy bueno de verdad, controlar los celos es una tarea complicada, pero si no se controlan es una enfermedad sin cura.
Preciosos tus versos.
Un abrazo.
Ambar
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