Soberana de la opacidad nocturna
que cada noche te rasgas las enaguas
y desnuda te sumerges en las aguas
y pernoctas en los tálamos fluviales
y arropándote con líquenes y algas
imaginas ser recién desposada.
Que por mor de ver al amor de tu vida
y ante su apuesta imagen extasiarte
el inicio del crepúsculo aguardas
y en lo que dura tan efímero instante
darle un abrazo, un beso, una caricia
aun a riesgo de calcinarte la cara.
Emperatriz de las sombras celestes,
de pasiones impúdicas alcahueta,
cómplice de relaciones ilícitas,
celestina de tenorios y doncellas,
¿me guarda fidelidad el hombre al que amo,
o bien me es infiel y otros lechos frecuenta?
© María José Rubiera
© María José Rubiera
7 comentarios:
Jolín, Mª José, la pones en un aprieto. Suerte que suele ser discreta. Así que mejor eso de ojos que no ven corazón que no siente ha de dar paso a la confianza, esa ruleta en nos gira la vida.
Besitos querida amiga
Mmmm... espero que el hombre al que amas como mucho visite a Lady Luna y el río, pero nada más :P
En cualquier caso, precioso momento entre la joven y los líquenes, las algas, el crepúsculo... muy hermoso :)
Estos días he estado más ocupada con la universidad, pero ya estoy por aquí.
Un abrazo, María José =)
Versos arropados desde los sentimientos.
Besos.
Precioso a la luna
te deseo feliz semana con mucho afecto
un abrazo
Marina
Que la luna no lo diga todo, no la hace cómplice...
Un beso poeta!
Hola María Jose, mi próximo poema también va dedicado a la Luna, pero nada que ver con este,creo que el tuyo supera al mío, como siempre es un placer leerte..Mil besos María Jose..
Que haríamos si la luna no existiera, tendríamos que crearla, donde se inspirarían tantos buenos poetas como tu, querida amiga.
Un beso.
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