Buscar este blog

sábado, 7 de abril de 2012

Con salvia y ajedrea

Porque tengo la certeza  
de que nuestros sentimientos 
algún día declinarán, 
se volverán decrépitos 
no porque acusen los años, 
no por el paso del tiempo 
sino debido al cansancio, 
por carencia de alicientes, 
por la falta de entusiasmo 
con que ahora se mantienen enhiestos, 
debemos hallar el modo 
de reinventarlos de nuevo. 

¿Por qué no comenzar ya 
a aplicar al amor un ungüento 
elaborado con menta 
para mantenerlo longevo, 
a rociar los pensamientos 
con esencia de violetas 
para dinamizar los anhelos, 
con perfume de gardenias 
para sublimar el sexo? 
¿A aderezar nuestros besos 
con extractos de salvia y ajedrea 
para que nunca envejezcan, 
para que siempre nos sepan a nuevos?


© María José Rubiera


4 comentarios:

Nortiz dijo...

Es parte del amor verdadero el hacer que se mantenga vivo y que no envejezcan los besos :) O eso espero, querida amiga, porque es muy buena y bonita la reflexión que has hecho con tus versos. Tendremos que cuidar el amor y luchar. Un abrazo =)

Anónimo dijo...

Precioso!!!! Me encantó. Gracias por compartirlo.

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Creo que tienes toda la razón, si el amor que es lo mas importante en nuestras vidas no lo cuidamos, lo mimamos, con quien lo haremos.
Un beso.

Gabriel Cordears dijo...

Justo es el amor aquel ungüento, aquel aroma que impide que la piel se agrietara o que los ánimos decaigan.
A la fuerza que falte o a la juventud que declinara...el amor lo completa!

Besos