Nos amaremos, a solas,
sin rendir cuentas a nadie,
sin testigos indiscretos.
Tú, yo y nuestra historia,
y si acaso las estrellas
que alumbran el vasto cielo.
Consumaremos, a solas,
el sagrado sacramento,
rociando el alma con besos.
A solas:
tú, yo y si acaso la rosa
que en el búcaro reposa.
A solas con el silencio
que acalla el silbo del cierzo.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
4 comentarios:
A solas,claro que si María José,es como mejor se vive un amor como el que acabas de dibujar...Bello,me ha gustado mucho...Besos de buenas noches María José
Amando a solas :) Un amor tan único y hermoso. No se puede rociar el alma con besos en público, no. Me ha encantado como siempre, querida amiga =) Un abrazo muy fuerte
María José, tus versos son cual los suspiros que lleva el viento.
NOS AMAREMOS A SOLAS
en el campo entre las flores
para embriagarnos de amores
y flotar entre las olas.
Placer leerte.
Abrazo
M. Ángel
El verdadero amor nunca dejará de ser de dos. tres, y sólo en él, son multitud.
un abrazo
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