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martes, 6 de septiembre de 2011

La sirena ya no canta

La sirena ya no canta...
La sedujo un marinero:
cautiva quedó en sus redes,
apresada en su mirada.

Entre aparejos, varada,
vive sin vivir, muriendo...
La sirena ya no canta,
sino que llora en silencio.

Y las lágrimas vertidas
se adentran en el océano
y el piélago aguamarina
se va tiñendo de negro.

La sirena ya no canta...
Las aguas visten de luto
y la hechizada hechicera
se enfunda el véster de duelo.

© María José Rubiera

3 comentarios:

Carmen Silza dijo...

Felicidades María José,me ha gustado mucho...Besos querida amiga

Asociación cultural Poetas de Bailén dijo...

Nadie, ni por amor, debe perder su seña de identidad.
Hay que amar a cada uno por lo que es, y dejarle ser.

Un abrazo

MarianGardi dijo...

La sirena debe volver a ser feliz.
Belleza y tristeza mezcladas.
Besos