Fue en esa mágica noche
en que el trébol se recoge
y danzan hadas y silfos
en el claro de los bosques.
Nos tendimos junto al río
y enlazando nuestros cuerpos,
sin pronunciar ni un suspiro,
nos amamos en silencio.
Y amándonos continuamos
sin concedernos respiro,
y tornó el clarear del alba
con su blancura de armiño.
© María José Rubiera
en que el trébol se recoge
y danzan hadas y silfos
en el claro de los bosques.
Nos tendimos junto al río
y enlazando nuestros cuerpos,
sin pronunciar ni un suspiro,
nos amamos en silencio.
Y amándonos continuamos
sin concedernos respiro,
y tornó el clarear del alba
con su blancura de armiño.
© María José Rubiera
4 comentarios:
Con todo mi cariño agradezco
Tu visita y el que la poesía de
José Ángel Buesa te haya gustado...ya puse otrabmuy hermosa de el...
preciosos tus versos Carmen
Magnifica poetisa.
Besos
Marina
perdona te llamé Carmen en vez de Maria JOSÉ..TE CONFUNDI EL NOMBRE CON EL DE MI AMIGA aSTURIAN cARMEN perez
besinos
Marina
Aunque sea difícil amar en silencio
tal vez los gemidos se pierdan en la noche entre el arrullo del río y el susurro del viento...
Besos
Muy bello y directo al corazon de los envidiosos como yo, que hubiera deseado amar de misma forma...muy bonito...me ha encantado...un besote
Publicar un comentario