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viernes, 1 de abril de 2011

Al insinuarse el alba

He escalado la montaña
y coronado la cima
al filo de la mañana,
a la insinuación del alba.
Casi al borde del abismo,
oteando el horizonte,
he mencionado tu nombre,
y les pregunté a las nubes
si por un casual te vieron;
pero nada respondieron...

He preguntado a los vientos,
a la neblina y al eco
si sabían tu paradero,
en cuáles nidos te alojas,
en cuáles lechos te acuestas
y qué otras rosas deshojas;
pero nada respondieron:
la neblina y los vientos
mudos permanecieron
y el eco... guardó silencio.

© María José Rubiera

5 comentarios:

Gabriel Cordears dijo...

Será que las nubes, los vientos, son cómplices...mejor no saberlo!

Un abrazo poeta, y feliz fin de semana.

Delsa Fernández dijo...

No respondieron por que son compasivos, sabían que su respuesta podía herir a algún afligido corazón.
Gracias por tan bello poema. Besos con cariño

AomaraLuz dijo...

Hermosa confabulación del Universo con la Tierra por no lastimar a ese alma enamorada que busca y busca, y no halla respuesta ni en el eco ni el viento...

Precioso poema Mª José. Gracias por tu dulce sensibilidad, amiga!

Besos.

Nortiz dijo...

Oh, ¡precioso! Me ha encantado :) Pero esto de que ni las nubes, ni la neblina, ni el eco, ni los vientos sepan nada... creo que no es bueno. O puede hacer daño saber la respuesta o no lo sé... Muy bellas tus palabras =) Un beso

Carmela dijo...

Hermoso!
Los vientos , las nubes , el eco ... guardaron silencio , tal vez, porque desconocen su paradero.
"No hay nada más ensordecedor que el silencio"
Un abrazo, poetisa!