La pasada noche soñé
– sin saber bien el porqué –
que me hallaba en alta mar;
las olas, al bambolear,
besaban el malecón
y el sonido, perturbador,
se asemejaba al sacro OM
del profundo meditar;
pero también a el melodiar
de Poseidón y sus siervas
que se mutan en sirenas
y a los marinos seducen
cuando están en alta mar
y a su mansión los conducen
–podría ser la maga Circe
en su eterno salmodiar,
que a Zeus osa invocar
para que regrese Ulises–.
A punto del alba rayar,
me sorprendió el despertar,
y aquel sueño pertinaz
aún me parecía verdad;
mas, como dijo Calderón
en aquella obra magistral:
"Que toda la vida es sueño
y los sueños, sueños son..."
© María José Rubiera
© María José Rubiera
3 comentarios:
Hermoso espacio de letras y color. Bellísimos poemas!
Gracias por visitar mi blog y regalarme la delicadeza de tus palabras. Un honor!
Un abrazo!
El honor es mío, Aomara. Gracias de todo corazón, amiga. Besinos.
Hola María José, bonita poesía, aun que no comparto ese final del gran Calderon. Los sueños son momentos de nuestra vida, instantes que vivimos lo que despiertos no alcazamos.
Esta forma de soñar
es aquello que anhelamos
y despiertos no alcanzamos
Así nos hace volar.
abrazo sincero
M. Ángel
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