Buscar este blog

jueves, 2 de diciembre de 2010

Tu mirada

Terrible mella hizo en mí tu mirada...
Me miraste, y en tus pupilas meladas
leí, buceé hasta el fondo de tu alma
y me invadió una sensación extraña:
Sentí mezcla de atracción y rechazo;
ansié yacer contigo, acariciarte,
apoyar tu cabeza en mi regazo;
a su vez, algo me instaba a dejarte.
Quise sucumbir, quedarme atrapada 
en la luz de tus pupilas meladas; 
deseé permanecer a tu lado 
y al tiempo huir de ti, distanciarme,
poner tierra de por medio, alejarme
para evitar que me hicieras daño. 
Incomprensible..., abstrusa mixtura 
cabalgando a lomos de amor y repulsa.


© María José Rubiera 
  





4 comentarios:

M. Angel dijo...

Hola María José, deja que los soles se adentren en ti, y no dudes, ni rehuses, aquello que el corazón anhela

ANSÍE YACER CONTIGO ACARICIARTE
Sentir esas caricias que soñaba
más, la mente muy loca navegaba
entre dudas, del sí, y no de aceptarte.

Abrazo sincero
M. Ángel

Unknown dijo...

Así es el amor! Exige entrega total, olvidar el temor de ser lastimados! Pero vale la pena ...
Cariños! gracias por visitar mi blog

María José Rubiera Álvarez dijo...

Gracias, M. Ángel, tal vez lleves razón. Un abrazo, amigo.

María José Rubiera Álvarez dijo...

Gracias a ti, Gralba, por el comentario y por tu calidez personal. Besinos.