Hay un precioso lugar
donde acostumbro perderme
cuando quiero estar a solas,
una idílica caleta,
réplica del edén,
en la que sueño despierta...
A solas conmigo misma
y los pizarrosos acantilados
que con altivez me observan,
doy rienda suelta a la mente
y me dispongo a soñar
mientras me dejo mecer
por el rumor de la brisa
y el soliloquio del mar.
Y poco a poco me entrego
a un plácido duermevela
en el cual te visualizo
como cuando estás conmigo
y en silencio te aproximas
y respirando muy quedo
reposas sobre mi nuca
y con tus labios la mimas,
y ciñíendome la cintura
rozas mi piel con tu piel
y, con lentitud pasmosa,
asciendes por mi garganta...
hasta fundirte en mi boca.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
4 comentarios:
Precioso paisaje para escribir este poema a solas contigo misma, la efímera soledad del poeta.
Un abrazo Mª José
Una imagen preciosa y con un poema digna de ella, un beso amiga
Precioso lugar, precioso =) Seguro que la imagen te ha inspirado mucho. Me alegro de que la hayas puesto. Es bonito acompañar el poema con ellas. Un abrazo muy fuerte, María José :)
Poema e imagen van de la mano...Bello..Besos Maria Jose
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