Buscar este blog

viernes, 18 de marzo de 2011

Eres...

Adondequiera me vaya,
me perseguirá tu sombra:
eres sueño recurrente
instalado en mi memoria;
eres amor y despego,
de mi espíritu, conflicto,
raptor de mi pensamiento
que es preso, cual reo convicto.

Eres la contradicción,
cuanto ambiciono, y no anhelo,
un antídoto y veneno,
eres el quiero y no puedo;
eres el instigador
que me invita a reflexión
de lo malo y de lo bueno,
de cuanto deseo y no debo.

Eres causa reprobable,
eres pasión a raudales,
fortaleza inexpugnable,
eres mar impenetrable;
eres resaca que arrastra
hacia abisal insondable,
eres, ¡lo sabes, mi amado!,
lo amargo... y lo placentero.

© María José Rubiera

2 comentarios:

Gabriel Cordears dijo...

"...preso, cual reo convicto..."
no solo el pensamiento, sino también el corazón lo es
cuando se está enamorado.

Otra bella declaración

Un beso poeta.

AomaraLuz dijo...

Afortunado el portador de esta ardiente confesión de amor.
"De lo malo y de lo bueno,
de cuanto deseo y no debo". Creo que de vez en cuando tenemos que girar la cabeza hacia otro lado y hacer como que no ocurre nada. Dejarnos llevar y tomarnos alguna licencia... No te parece, amiga?

Un abrazo!