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lunes, 21 de febrero de 2011

Caro mío...

Caro mío:

Aun cuando la parte lógica, racional de mi mente se niega a admitirlo, no me queda sino rendirme ante la evidencia de que mi alma te necesita, te ama y añora la pureza de tu alma. Es por lo mismo que me he impuesto redactar esta misiva; empero, mucho me temo que jamás llegará a su destino, o al menos lo considero improbable, puesto que he decidido guardarla bajo la custodia de siete llaves. Caso de que algún día, debido a los dictámenes del azar, esta carta se hallara en tus manos, te sugiero que en la impronta de la letra indagues, ya que encontrarás mi esencia en ella, a más de caricias, besos, llantos, suspiros y un "te amo" que mecido por el viento aún perdurará en el eco.
Caro mío...

© María José Rubiera

3 comentarios:

Nortiz dijo...

Caro suyo, a esta mujer hay que quererla eh :P
Si está dedicado a alguien, espero que lo lea ^^
Un alma que añora la pureza de otra, ¡eso sí que tiene que ser amor verdadero! Ojalá llegue a su destino a pesar de todas las llaves que haya =)
Un beso

AomaraLuz dijo...

Hermoso caro! Cuanta esperanza albergan estas letras...
Por la fuerza y pureza que contiene esta misiva, estoy segura que llegará, no tardando mucho, al afortunado destinatario.

Felicidades, y mil gracias por este deleite.

Besos.

Gabriel Cordears dijo...

Las huellas de tus letras pueden calar tan hondo que, aunque pase mucho tiempo destiñéndose la tinta o el papel se amarillee, la impronta que dejan las hará evidente ante los ojos que te buscan.
Un beso amiga