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miércoles, 16 de febrero de 2011

Amor errante

Amor errante, mi amor,
deja de vagar a tientas,
cesa de otear el horizonte
tratando de encontrar el Norte.
Sosiégate, aplaca el alma;
sabes que se te ha extraviado,
sin que lo pretendieras,
entre unos brazos cualquiera.
¿Recuerdas...?, fue aquella noche
en aquel extraño lugar;
nunca lo podrás hallar,
pues no lo sabes buscar.
Amor errante, mi amor,
deja ya de errar a ciegas,
no intentes obtener la clave
en los puntos cardinales;
porque, el Norte, lo tienes delante.

© María José Rubiera

7 comentarios:

Nortiz dijo...

Sólo tiene que mirar al Norte :)
Dile que deje de errar y que esté contigo :P
Un beso

María José Rubiera Álvarez dijo...

Así es, Natalia: Tan sólo hay que mirar..., bien al Norte o en cualquier otra dirección. Pero la mayoría de las veces nuestra mirada se pierde donde no debiera.

Gracias por la visita y los comentarios. Besinos, amiga.

Gabriel Cordears dijo...

Todo punto cardinal conduce -en el cuerpo amado- a sus labios, a donde el amor y el instinto nos llevan...

Escribes a diario, qué bueno! Vendré mas seguido por tu casa para disfrutar de tus versos.

Un beso

María José Rubiera Álvarez dijo...

Ven siempre que te apetezca, Gabriel. Porque esta casa también puedes considerarla como tuya.
Gracias por la visita y los comentarios, amigo. Besos.

Gabriel Cordears dijo...

Gracias María, y recíprocamente mi casa es también tuya.

Un beso amiga

AomaraLuz dijo...

No hay nada más triste ver que alguien muy querido pierde el norte, por activa y por pasiva....

Hermosa reflexión, amiga!

Un abrazo!

María José Rubiera Álvarez dijo...

Tienes razón, AomaraLuz... En verdad resulta muy triste ver la desorientación del ser querido.
Gracias por la visita y el comentario, amiga. Besos.