"Érase una vez una linda princesa...",
así rezaban los cuentos de mi infancia
habitados por caballeros y doncellas,
dragones, gigantes, gnomos, silfos, hadas
que anualmente se daban cita en el bosque
y al dulce son del caramillo danzaban
e inspirados por la magia de la noche
primaveral, poético canto entonaban;
el paladín que a lomos de su corcel
a la bella de la torre rescataba;
el príncipe que al depositar un beso
sobre la frente de la dormida amada
la libraba del soporífero sueño,
al cual cien años llevaba subyugada;
la celosa, pérfida y odiosa madrastra
que envidiando la belleza de la niña
la obsequia con la manzana envenenada...
Personajes sin fin, que vida cobraban
haciéndose tangibles en los renglones
que ávida recorría con la mirada,
y aun a sabiendas que sólo eran ficciones,
mi corazón se estremecía, y lloraba.
© María José Rubiera
© María José Rubiera
1 comentario:
Hola María José, placer saludarte, a la vez darte las gracias al poner mi blog entre tus elegidos
Gracias por regalarnos este bello y dulce cuento
Abrazo sincero
M. Ángel
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