Amanecerá de nuevo
y deshilados los cirros
de índigo se ornará
el ábside de los cielos...
Amanecerá, amor mío,
y dispersada la boira
el garzo albor violará
la calma del aposento...
Deslavazado el rocío
zafirino sonará
el pífano de los mirlos
y tus ojos somnolientos
se encontrarán con los míos...
desgranaré en tu boca,
carceleros tus abrazos
encarcelarán mi cuerpo...
Un "Te amo" huirá de tus labios,
y atrapándolo al vuelo,
acunándolo en mis manos,
volviéndolo ileso a tus labios
te recordaré, cariño,
(mil y una veces reiterado):
"Amar... se conjuga en silencio."
© María José Rubiera Álvarez
© María José Rubiera Álvarez
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