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miércoles, 14 de diciembre de 2016

Ausente...

Me encantaba el dinamismo
con el que abordabas el día a día,
la vitalidad y el optimismo
con que hacías frente a la vida.
Me encantaba tu risa contagiosa:
verbenera tarantela
amenizando mis horas;
las fulgentes chiribitas
que en tus pupilas rielaban
cuando de amor hambriento
el cortejo comenzabas
–infructuoso cortejo,
dicho sea de paso,
pues me recuerdo diciendo–:
"¡Tate...! Modera tu apetito, cariño,
o deslízate por la pendiente
si ese es tu máximo anhelo,
pero no me deslices contigo:
temo correr el riesgo
de caer rendida en tu celo,
en el desliz embriagarme
con el licor de tus besos."
Sí, querido, me encantabas,
porque estabas presente... de continuo,
dinamizando la casa
con tu talante festivo,
a la espera de caricias
que amartelasen el nido...
Ahora, vida de mi vida,
te me figuras al margen
de la noria que gira y gira
y en su rotar incesante
se determina exhaustiva.
Te me figuras ausente,
ausente de cuanto ansiabas,
ausente de ti mismo... a veces,
como si te fuere crucial
escindir tu sombra parda
y desnuda la individualidad

conocerte tal cual eres...

© María José Rubiera

sábado, 10 de diciembre de 2016

Aguamanil

En el paraninfo nocturno celada,
auspiciada por la sombra turbia
y en la turbiedad escudada,
bajo la advocación de agua infausta,
                                                   infausta...
como la ímproba angustia
que del alma se enseñorea
sin causa justificada,
sobre la mar somnolienta
se va narrando la lluvia,
y de aguamanil réplica,
                                                aguamanil...
que desnivelado evacua
en perforada jofaina,
sobre las olas itera
sus finas hebras de plata.
Y si bien nacida dulce
se reconoce salada,
                                                dulce...
como el amor que nos afecta
hasta vociferar: "¡basta!",
dulce... como la guedeja
celosamente peinada,
                                                salada...
a semejanza de lágrima
que el lacrimal lacera
y haciéndose manifiesta
por el pómulo resbala.
Y mixtura organizada,
                                                   mixtura...
salobre y edulcorada,

la espuma la desenhebra
y vomitada en la arena
en la arena se amilana...

© María José Rubiera
 
 





viernes, 2 de diciembre de 2016

Algo...

Algo magnetiza el aire,
algo que es causa de gozo
para la cenobita ave
recluida en lo soledoso
de las yermas soledades
que no conocen reposo.
Algo magnifica el aire,
algo sutil, vaporoso,
inasible, insondable,
callado y a la par canoro
que disipando al desgaire
su cualidad de sonoro
reverbera en mi ventalle
y solemne clavicordio
me regala los oídos
con melíferos adagios
que apresuran los latidos
y dulcifican los pasos...
¿Será un hálito divino
derramándose en el atrio,
o será acaso un suspiro
escapado de tus labios...?

© María José Rubiera