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sábado, 13 de julio de 2013

Filibustero

La corriente movediza,
el mistral y la galerna
lo encallaron en la peña
de sílice y siderita.
En su torso al descubierto
una calavera tatuada,
en su voz la melopeya
propia de los piratas:
desuetas trovas de gesta
y batallas trasnochadas.
 
Supo que era bucanero,
filibustero, corsario...
en busca de un varadero
donde carenar su barco.
Supo que era embustero,
que cual filo de guadaña
mellada por el guijarro,
ruinosa tenía el alma
de tanto jurar en falso.
 
Supo...
que devastaría su isla.


© María José Rubiera


lunes, 1 de julio de 2013

Himeneo

Bailábamos...
estrechamente abrazados,
como si intuyéramos
el advenimiento
de un cataclismo
y fuese lo último
que hiciéramos...
 
Bailábamos...
aficionándonos
el uno al otro,
enamorándonos,
como si acabáramos
de conocernos...
Y abarcaban
mi cintura
tus brazos,
y engolosinaban
mi nuca
tus labios,
y el instante registrábamos
en los anales del tiempo,
y el tiempo reciclábamos
para que no se hiciese viejo.
 
Arriba, en las alturas,
la luna llena deshilaba
los hilvanes y costuras
de los densos nubarrones,
y deshebraba la plata
de sus tirabuzones,
y con las hebras trenzaba
una linterna mágica
con que iluminar la estancia.
 
Y continuamos bailando...
y celebrando el himeneo
de la noche con el fuego.

© María José Rubiera