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martes, 23 de abril de 2013

Estanciero

Todavía es primavera,
y, sin embargo...
 
El celeste estanciero,
con labios de incontinente
y mohín de senescente,
a más de ígneo, chulesco,
obstinado e impenitente
lame, con lengua de fuego,
los sinuosos pastos verdes,
los hayedos y salcedos.
La acuátil salamanquesa
aplaude los lametones
y los ardorosos besos,
la sargantesa celebra
el acento circunflejo
del soberano del cielo.
 
Los campos amarillean,
se asfixia la dúctil yerba,
las flores se desmadejan,
el avisado milano
sitia la sombra boscosa,
conquista el álveo del río;
en la impenetrable umbría,
se aprecian sedientos trinos,
se escucha el doliente piar
de los hijuelos del mirlo...
 
Todavía es primavera,
y, sin embargo...,
el Sol agosta la Tierra.


© María José Rubiera

domingo, 14 de abril de 2013

En volandas

Hay profusión de mundos
ocultos en mi interior;
sugerentes universos,
sápidos como el maíz,
que esperan ser descubiertos...
por ti.
 
Cuando te hayas concienciado,
cuando te sepa dispuesto
a caminar en volandas
para evitar agraviarlos,
descorreré los cerrojos
de las compuertas del alma,
y mostraré, sin ambages,
las teselas de su ágora.
 
Llegado el fausto momento,
con retamas escariadas
y montaraz brezo seco
cebaremos la pira funeraria
y en ella incineraremos
veleidades,
recelos,
vaguedades,
patrañas,
enconos,
cizaña...


© María José Rubiera

lunes, 1 de abril de 2013

Con lirios...

Si en un futuro advirtieras
que, hostigada por el hastío,
de mis sueños desistiera;
que el cansancio y la apatía,
haciéndose con las riendas,
se han afincado en mi vida.
Que a la inope realidad
corona y cetro cediera,
siendo, por ende, desleal
al reino subliminal...
a la poesía...
a la creatividad...
a la fantasía.
 
Si, amor mío, me vieras
acomodarme en el lar
de la cotidianeidad,
y tornarme cenicienta
cual anodina pavesa,
finge un seísmo emotivo
–de tal suerte que en la lava
se diluya mi desgana–;
cultiva unos malvaviscos,
o bien una malva real,
de múltiple colorido,
por la que pueda trepar
–como lo haría una niña–,
y olisquear la libertad.
Úngeme el alma con lirios...
hasta hacerme reaccionar.