A modo de introducción a mi humilde poema:
"Animula vagula, blandula,
hospes comesque corporis..."
–Publio Elio Adriano–
"Animula vagula, blandula,
hospes comesque corporis..."
–Publio Elio Adriano–
ALMA...
Lene es la noche,
áspera la vigilia
que con prolijo celo
obra en mi mente y mi cuerpo...
Dichosa tú, alma mía,
que inmune a la aridez del desvelo,
las trasparentes alas desplegadas,
por el taller del ensueño
a voluntad te desplazas.
Afortunada tú, alma mía:
clemátide trepadora
que trepa por los sarmientos
de la soñada ilusión
y blandiendo el terciopelo
de la etérea camisola
desafía al desamor
que se aferra a los viñedos
culturados con amor.
Quién me concediera ser
a tu imagen y semejanza:
tú tan feliz, y yo tan harta
de bregar entre las landas...
Una promesa has de hacerme:
si el fanal se me apagara
y mi sombra, arredrada,
si el fanal se me apagara
y mi sombra, arredrada,
se espantara para siempre,
no te apenes ni solloces:
canta... canta... canta... canta...
© María José Rubiera
canta... canta... canta... canta...
© María José Rubiera
No hay comentarios:
Publicar un comentario