Me dijiste: tengo hambre...
hambre de ti.
De mi panal la jalea
De mi panal la jalea
degustar te permití.
Y no bien hubiste saciado el apetito,
embriagado de frenesí:
tengo sed...
sed de ti.
De mi ánfora el rosoli
te di a beber.
Y no bien hubiste mitigado la sed,
beodo el sentido:
tengo sueño,
ambiciono dormir y soñar...
soñar contigo.
Y no bien te hubiste dormido,
yo... ebria de ti,
del hidromel de tus labios,
de tus ojos,
de tu piel...
también me dormí.
Y si tú romero y jazmín,
yo gota de rocío...
pernoctando sobre ti.
© María José Rubiera
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